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La salud mental en Pereira: una crisis silenciosa en el ámbito universitario

En las últimas semanas, la ciudad de Pereira ha sido escenario de trágicos acontecimientos que ponen de manifiesto la creciente crisis de salud mental entre la población universitaria. Dos jóvenes, destacados estudiantes de reconocidas universidades de la región, han decidido poner fin a sus vidas, levantando una ola de dolor, indignación y reflexiones en torno a la salud mental y el acompañamiento que se brinda en las instituciones educativas Universitarias.


El caso más reciente, ocurrido el 21 de septiembre, tuvo como protagonista a Sebastián Restrepo Santana, estudiante de la Universidad Libre de Pereira. En un acto que dejó perpleja a la comunidad, Sebastián saltó desde lo alto del Viaducto César Gaviria Trujillo, tras pronunciar unas impactantes palabras: “Que viva la patria, que viva la vida”. Su muerte fue presenciada por varios transeúntes, quienes impotentes, no lograron evitar que tomara la fatal decisión, a pesar de que un testigo intentó escalar la estructura para ayudarlo. Este suceso ha reavivado el debate sobre la necesidad de implementar medidas de seguridad en este icónico puente, que ha sido escenario de numerosos intentos de suicidio en el pasado.

Días antes, el 12 de septiembre, Girley Villada Rivera, estudiante de Medicina de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), también acabó con su vida dentro de las instalaciones de la universidad. Este hecho desató protestas por parte de los estudiantes, quienes señalaron la alta presión académica y la falta de acompañamiento psicológico adecuado como posibles factores que contribuyeron a su muerte.

Ambos jóvenes, reconocidos por su desempeño académico, representan sueños truncados y futuros prometedores que se apagaron de manera abrupta. Estas tragedias han expuesto la fragilidad de la salud mental en los ambientes universitarios, donde la carga académica, la presión por los resultados y la falta de apoyo integral se han convertido en detonantes de frustración y agotamiento emocional.

Reflexión y llamado a la acción

Los estudiantes de Pereira han alzado su voz en medio del dolor, exigiendo mayor atención a la salud mental y la implementación de programas efectivos de acompañamiento. Maicon Antonio Osorio, representante estudiantil de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTP, destacó la urgencia de reformar los planes de estudio y aumentar el presupuesto para programas de apoyo psicológico, argumentando que “Hemos detectado currículos pesados que ponen en riesgo la salud mental”

Por su parte, las autoridades universitarias han hecho un llamado a la prudencia y al respeto por el duelo de las familias afectadas, instando a evitar la difusión de información no confirmada. Sin embargo, las demandas de los estudiantes y de la comunidad en general apuntan a la necesidad de que las universidades, y la sociedad en general, reconozcan la gravedad del problema y actúen de manera contundente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado la importancia de abordar la prevención del suicidio mediante estrategias que incluyan la restricción del acceso a medios letales, el apoyo comunitario y el seguimiento a personas en riesgo. Además, el organismo subraya la relevancia de reducir el consumo nocivo de alcohol y fomentar políticas de apoyo a quienes atraviesan crisis emocionales.

Líneas de atención en Colombia

En un esfuerzo por prevenir futuros casos, se recuerda a la población que existen líneas de atención gratuitas en el país para quienes buscan ayuda por conductas suicidas:

    • Bogotá: Línea Psicoactiva Distrital – 018000 112 439, WhatsApp: 301 2761197, Skype: @linea.psicoactiva.
    • Línea 106 “El poder de ser escuchado”: Chat por WhatsApp: 3007548933, Teléfono: 106.
    • Barranquilla: Línea de la Vida – 3399999, 3153002003, Línea Alba 195.
    • Medellín: Línea Amiga – 4444448.
    • Cali: Línea 106 del Departamento.
    • Nariño: WhatsApp: 3178054329.
  • Pereira Linea Amiga  316 560 8849

Es crucial que todos, desde instituciones educativas hasta autoridades locales y la sociedad en general, trabajemos juntos para abordar esta crisis de salud mental, garantizando que la educación no sea un factor que destruya sueños, sino una herramienta que impulse proyectos de vida llenos de esperanza.

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