Alfredo Hoyos – Se fue un gigante del eje
Su temperamento reposado, sus palabras precisas, el reconocimiento a sus colaboradores, su sueño de crecimiento permanente, su empeño como constructor de sociedad, su sencillez, su visión de negocio, su perfección en la organización, su consejo permanente, su mentalidad siglo XXI, son algunas características que quedan en la memoria de quienes conocieron y compartieron con el empresario Alfredo Hoyo Mazuera quien falleció en la madrugada de este 14 de diciembre.
Desde muy joven incursionó en el mundo empresarial de Pereira, siendo el sector de la avicultura el que marcó su rumbo, a pesar de tener incidencia en otros sectores. Nutri Ovo, una compañía dedicada a la producción y distribución de huevos lo hizo visible en la región. El modelo Frisby marcó un hito en el sector de los restaurantes, negocio al que siempre le aplicó innovación en la atención, en la diversificación y presentación de productos y en la formación de quienes hacen parte de la organización.
Alfredo Hoyos también estuvo presente en las más importantes gestas de desarrollo de la región, aquellas que tenían verdadero sentido de crecimiento e impacto en la sociedad.
Su formación humanística, lo ubicaron entre los más importantes pensadores de sociedad en Colombia.
Las nuevas generaciones siempre estuvieron presente en la retina del empresario. La colección de cuentos Frisby, las colecciones para colorear entre otras, fueron motivadores para que los niños despertaran su sensibilidad al arte y la literatura. Fue uno de los primeros en decirle sí a los propósitos de Empresarios para la Educación y como no incluir en este segmento El Instituto Tecnológico de Dosquebradas, una institución educativa para atender en educación a niños de población Vulnerable en Dosquebradas, con modelo educativo propio, con énfasis en desarrollo humano, liderazgo empresarial y formación a través del arte.
Aunque en escenarios privados fue un duro crítico por la forma de hacer la política en la región, fue siempre respetuoso y de él no se conoció pronunciamiento alguno sobre las decisiones de gobierno o sobre la manera como se ejerce en la región el liderazgo en ese campo.
Pero su intervención en mundo empresarial no solo fue Frisby. Hoyos Mazuera fue el fundador de la empresa Pimpollo en 1975. Fue socio de Kokoriko desde su inicio hasta el año 1976. Fue conferencista nacional e internacional en temas de Emprendimiento y Desarrollo Organizacional. Miembro de las juntas directivas de Empresarios por la Educación, de la Asociación Nacional de Industriales y de Parquesoft Pereira.
El legado que deja Alfredo Hoyos es inmenso y debe ser bien heredado, no solo desde el círculo familiar, también desde quienes están en la escena productiva y de liderazgo de la región. En el primer caso indudablemente se logrará con el compromiso y direccionamiento que Liliana Restrepo, esposa de don Alfredo, le ha dado a la organización y a la Fundacion Friby. Sus hijos, quienes llevan ese andamiaje integral que sembró Alfredo Hoyos seguramente rendirán tributo a través de sus acciones ejemplares desde lo empresaria como desde la sensibilidad por el ser humano.
En el segundo caso, nuestros líderes deberían asumir el modelo Alfredo Hoyos como escuela, para ejercer de manera ejemplar la intervención en cada escenario de desempeño.